2020, un año para agradecer

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Mucho para agradecer en este año. Hubiéramos preferido menos desafíos y un contexto más favorable, pero las crisis, si bien suelen ser incómodas y desagradables, son grandes catalizadoras del cambio.

Comprendemos y lamentamos que hay sectores tremendamente desfavorecidos. Todas aquellas industrias con una fuerte dependencia de las interacciones en persona y de que exista movilidad se han visto fuertemente afectadas con consecuencias dramáticas a nivel económico y personal.

Sin ánimos de desconocer este contexto en el que todos, de alguna manera, nos vemos afectados; queremos reconocer y agradecer el hecho de estar entre los favorecidos.

Agradecemos entonces el impulso que dio la pandemia a la digitalización. La mayoría de nuestros clientes, tanto en gobierno como en el sector privado, habían estado postergando ofrecer sus productos y servicios de forma digital; así como también la digitalización de otros procesos vinculados a la facturación, cobranzas, auditoría, servicio técnico, encuestas de calidad y muchos otros.

Este nuevo impulso está construyendo las bases para el análisis, la obtención de conocimiento y el poder transformador de la toma de decisiones basadas en datos. Todo aquello en lo que nosotros, en SAS, nos especializamos.

SAS Customer Intelligence 360

La digitalización de las interacciones con el cliente, además, es tierra fértil para la implementación de sistemas de gestión de la comunicación que consoliden una visión 360 del cliente y establezcan una gestión omnicanal que permita entablar una comunicación consistente. Habilita el poder orquestar la totalidad de los canales digitales y presenciales desde un único lugar: SAS Customer Intelligence 360.

Más allá de la digitalización, muchas empresas han logrado realizar cambios importantes que les permiten atenuar el impacto negativo. Algunas crearon nuevas líneas de negocio, otras se adaptaron de forma rápida a los cambios en las necesidades de sus consumidores o a los cambios en la industria y otras se han visto obligados a cambiar debido a nuevas regulaciones. En todos los casos, estas nuevas formas de hacer las cosas acarrean nuevos riesgos que será necesario atender y gestionar. Desde los riesgos más tradicionales vinculados con el otorgamiento de créditos hasta el riesgo de tener empleados contagiados de Covid-19. Además de nuevos riesgos, los cambios lamentablemente traen también nuevas formas de cometer fraude. 

Tanto la gestión de riesgos como la detección, prevención y gestión del fraude son parte fundamental de las iniciativas estratégicas de SAS.

Que en este fin de año logremos mirar atrás con orgullo y gratitud por todo aquello que sí logramos. Que en el 2021 podamos continuar, todos, las transformaciones necesarias y que nuestras decisiones sean ágiles y basadas en datos 😊.

Por Ana Hidalgo, Customer Advisory Manager – SAS Argentina

Ana Hidalgo - SAS
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