Cómo las ciudades inteligentes están mejorando la salud de sus ciudadanos

Por Ing. Fabián Alejandro Garófalo, asesor de ONG´s, organismos de estado de varios países y fuerzas de seguridad en estrategias de Ciudades Inteligentes, Gobierno Abierto y Seguridad Ciudadana. Miembro asesor de la Red de Ciudades Inteligentes de Argentina (RECIA) y del Instituto Ciudades del Futuro. Fundador de SmarterCities/Ciudades+Inteligentes

Fabian Garofalo
Fabian Garofalo

Se proyecta que el 68% de la población mundial vivirá en entornos urbanos para el 2050, según la Organización de las Naciones Unidas. Con las crecientes amenazas del cambio climático y la disminución de los recursos naturales, y el aumento de la esperanza de vida, se reconoce que las ciudades inteligentes ya no son sólo ideas futuristas agradables, sino que pueden ser esenciales para impulsar de manera más eficiente, sostenible y entornos urbanos más saludables. 

Dada la afluencia de personas que migran a entornos urbanos, es necesario abordar los determinantes sociales de la salud relacionados con la vida en la ciudad. Estos se refieren a los factores sociales y las condiciones físicas del entorno en el que las personas nacen, viven, trabajan y envejecen. Con esto en mente, muchas ciudades ahora están comenzando a investigar cómo aprovechar la tecnología en un esfuerzo por mejorar la salud de sus ciudadanos.

Ya existen ciudades que están liderando la carga en lo que respecta a soluciones innovadoras para la población anciana, destacando la adopción de plataformas de servicios digitales, así como dispositivos de monitoreo remoto que brindan un mayor acceso a la atención médica y la información relacionada con la salud para sus ciudadanos. Los beneficios creados por estas tecnologías son evidentes tanto para el ciudadano como para el cuidador.

Hay gobiernos que reconocen el aumento de la presión que el envejecimiento de la población está ejerciendo sobre su sistema de salud, por lo que desarrollaron estrategias de salud ubicua (U-Health), que se centran en mejorar la monitorización remota en los ciudadanos mayores. 

Comenzaron enviando dispositivos de monitorización a varios domicilios de ciudadanos, con la información accesible por el cuidador del paciente. Luego ampliaron la oferta y desarrollaron clínicas remotas en centros comunitarios, aumentando el número de ciudadanos que pueden hacer uso de estos dispositivos de monitoreo, promoviendo la detección e intervención más tempranas, así como reduciendo la cantidad de personas que van innecesariamente a los hospitales.

La ciudad inteligente y saludable del futuro

En todo el mundo, los gobiernos centrales y locales se están interesando en el desarrollo de ciudades inteligentes y saludables, y las equipan con tecnologías y servicios más receptivos y adaptables.  Pero el año 2020 aceleró todo, y será recordado en la historia de Healthtech como el equivalente a una década de transformación digital ya que aceleró la adopción de soluciones de salud digitales de formas nunca antes vistas, en todos los niveles. 

En términos de atención médica, una ciudad inteligente es una comunidad “donde los residentes pueden participar con servicios inteligentes que están diseñados específicamente para mejorar su salud”. El valor futuro en el cuidado de la salud será definido cada vez más por el consumidor y el paciente. Requerirá un mayor enfoque en los determinantes sociales de la salud. 

Debido a que los pacientes dependen de muchas personas y servicios para administrar su salud, el verdadero equipo de atención médica del paciente en realidad es siempre mucho más grande que simplemente los proveedores médicos. Los sistemas deben interactuar y comprometerse con todas las personas, la información y los recursos de los que dependen para administrar y mejorar su salud. La tecnología es la única forma de conectarlos en tiempo real y en beneficio de los pacientes.

La IoMT

Le estaremos dando paso a la  Internet of Medical Things (IoMT), un conjunto de aplicaciones y un sistema de dispositivos médicos interconectados que utilizan sensores e interfaces de comunicación informática para intercambiar sus datos vía internet. La IoMT crecerá más de un 26% hacia fines del 2021, según cálculos de la consultora Frost & Sullivan

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Hoy en día las aplicaciones principales de la IoT de la Salud son:

  1. Telemedicina: prestación de servicios clínicos a distancia mediante infraestructuras de telecomunicación e intercambio de datos entre distintos centros médicos.
  2. Inteligencia artificial: se usa para acumular datos que permitan tomar decisiones más exhaustivas en beneficio de la medicina y ofrecer mejores tratamientos para los pacientes.
  3. Drones: actuar como agentes de refuerzo en emergencias sociales y sanitarias de difícil acceso u operaciones de logística.
  4. Realidad aumentada: ver diagnósticos y procedimientos en tiempo real para aprender nuevas habilidades y expandir los conocimientos entre profesionales del sector.
  5. Diagnósticos mejorados: en un contexto como el actual, contar con tests dotados de conexión a internet permitiría realizar pruebas de contagio del Covid-19 a distancia.
  6. Monitorización de enfermedades: determinante para el seguimiento de pacientes que se encuentran en sus domicilios u otros cuyas constantes deben ser medidas con frecuencia.
  7. Seguimiento de los datos: los dispositivos conectados pueden extraer datos e información de forma continuada y compartirlos en tiempo real, en beneficio del personal sanitario y pacientes.
  8. Registrar la información: para usar técnicas de big data que permitan transformar grandes cantidades de datos en información clara para analizar, entender y medir.
  9. Control del stock y gestión del material: gracias a tecnología como las etiquetas RFID, puede simplificarse en gran medida el trabajo de inventario y la gestión del material.
  10. Seguimiento de los pacientes: wearables y otros dispositivos permiten ubicar a los pacientes ingresados en los hospitales, compartir información sobre su historial, medir y monitorear los datos vitales en tiempo real y analizar movimientos corporales u órganos del cuerpo humano.
  11. Control y organización de los trabajadores: los dispositivos IoT permiten la optimización del flujo de trabajo de los hospitales y los centros de salud, al igual que ocurre en otros sectores.

Tenemos que confiar más en la tecnología para adaptarnos a un sistema de administración digital y un valor basado en el mercado que genere mejores y menores costos para cada paciente, todos los días. y la conectividad es clave cuando se trata de ciudades más inteligentes y saludables, por lo que el futuro de la vida urbana se centrará en un ecosistema coordinado de redes basadas en datos, lo que permitirá la rápida adaptación de los servicios existentes, para satisfacer las necesidades de los ciudadanos en un momento dado.

Las ciudades tienen una oportunidad única, algunos dirían que es un imperativo moral, de asumir los determinantes sociales de la salud de frente como parte de sus programas de ciudades inteligentes.