Experiencia GIS aplicada a la agricultura

Una apasionada de los mapas que descubrió su vocación por casualidad

Vero Leiva se formó en Sistemas de Información Geográfica (GIS) casi por casualidad. Cuando se mudó a Daireaux desde su Corrientes natal, trabajó en un campo en tareas administrativas y veía que junto a unas facturas llegaban unos mapas impresos de lotes de campos, que elaboraba la fertilizadora de la empresa que les prestaba el servicio. Esa curiosidad y las casualidades de la vida hicieron que tiempo después comenzara a trabajar en esa empresa, llamada Fumigaciones Rodríguez, donde dio sus primeros pasos en esta tecnología.

Vero Leiva

“Siempre estaré agradecida con Erminio por la oportunidad que me dio de aprender sobre GIS; ese fue mi punto de partida. Recién se comenzaba a instalar la tecnología, pero enseguida me apasionó el mundo de los mapas y la información que había detrás de ellos. Si bien me capacito siempre, mi escuela fue el campo: estar entre las máquinas, ayudar a los contratistas, escuchar a los técnicos de las maquinarias y aprender de ellos. Y todo esto hace 12 años, cuando el papel de la mujer no era muy común en el campo”, resume Vero.

Así arrancó a trabajar en “agricultura de precisión”, un sistema de gestión que recoge, procesa y analiza datos obtenidos mediante satélites, fotos, drones, GPS, sensores, datos geográficos, entre otros. Con esa información se toman decisiones sobre la productividad del campo, para ahorrar insumos y maximizar la eficiencia. “Junto a mi amiga Ingeniera Agrónoma Rita Robledo, socia de Proyectagro y con quien trabajamos desde 2008, tenemos varios clientes a quienes asesoramos en agricultura por ambientes. Y notamos que el mercado está requiriendo perfiles GIS preparados en gestión de bases de datos, análisis espacial, lenguaje de programación, servidores y demás.”

Y observa que es “increíble cómo evolucionó todo. En 2005 los maquinistas, que a veces no sabían leer ni escribir, manejaban una computadora con una tarjeta donde estaban las dosis que se debían esparcir en los distintos ambientes. Hoy, ese trabajador sabe armar su propia prescripción, sabe cómo bajar la información y es emocionante ver ese cambio”.

Un GIS accesible

La tecnología GIS funciona en base a una computadora, un software, datos que se recolectan en capas de información, donde se pueden agregar entidades de puntos, líneas y polígonos, por ejemplo, y personas que permiten que el sistema logre su cometido: gestionar la información para que llegue de manera clara, simple y precisa al usuario final. “Hay muchos GIS en el mercado, pero creo que la revolución y expansión se produjo cuando el software libre (open GIS como QGIS) se popularizó y les ofreció la oportunidad a los usuarios de agregar códigos, informar errores, aportar documentación, dar soporte a otros usuarios y contribuir a esa inteligencia colaborativa”, indica.

“Nuestro pensamiento espacial evoluciona constantemente por los GIS. Cada día consumimos más información geográfica: desde el celular buscamos el nombre de un comercio y una app nos indica cómo llegar; automáticamente nos muestra otros negocios cercanos y así un montón de información. La geografía se “metió” en nuestras vidas y junto a la tecnología se está volviendo cada día más imprescindible. Vivimos en el mundo de las coordenadas y la geografía inteligente, y la gestión de la información es vital para la eficiencia, rapidez, simplicidad y reducción de costos de nuestros proyectos”, comenta.

Vero Leiva trabajando
El futuro

Los GIS han evolucionado mucho y las empresas de diferentes sectores hoy se dedican a brindar soluciones de tecnología espacial pensadas para cada tipo de cliente. La posibilidad de trabajar a través del web mapping, con los datos en la nube, hace que los usuarios puedan interactuar de manera activa y en tiempo real, desde cualquier lugar. “La tecnología avanza tan rápido que lo que hoy nos imaginamos que pueda pasar dentro de 10 años, posiblemente ocurra mucho antes, y los GIS se adaptarán a lo que los usuarios requieran. Los jóvenes de hoy, que tienen la tecnología incorporada a su ADN –robótica, IA, etc.- serán los creadores de lo que viene en GIS”, evalúa.

Y sobre la expansión de los servicios GIS para el campo, Leiva sostiene que “algunas empresas no se sumergen en esta tecnología porque simplemente no conocen el mundo GIS y les cuesta el cambio. Piensan que es un servicio caro y en épocas de crisis prefieren dejarlo de lado porque lo sienten como una inversión de lujo. Esto no es así y es nuestro reto convencerlos de la importancia de la toma de decisiones del negocio apoyadas en la variable espacial”.

Perfil          
Vero-Leiva-Selfie
Vero Leiva

Vero Leiva nació en Mercedes, provincia de Corrientes y en 2005 se mudó a Daireaux, en la provincia de Buenos Aires. Actualmente reside en Tandil, junto a su marido Francisco y sus tres hijos: Nicolás, Felicitas y Bautista. Cuenta, entre risas, que durante el aislamiento social obligatorio afianzaron los lazos familiares. Inquieta, agradecida y feliz de haber encontrado su vocación en la tecnología GIS, además de analizar monitores de rindes, hacer ambientaciones y prescripciones, desde Solapa 4 también da soporte GIS a contratistas, a gerentes de campo e ingenieros agrónomos; y ayuda a estudiantes universitarios de Cartografía. Por su formación docente tiene el sueño de llevar este conocimiento a las escuelas. “Me gustaría enlazar el GIS con la educación, porque la geografía dejo de ser aburrida. Ya no se trata sólo del planisferio pegado en la pared del aula: con la tecnología GIS se pueden abordar casi todas las materias. Hoy, sentados frente a una computadora o un dispositivo móvil podemos aprender historia y viajar a Grecia desde el Google Earth; podemos visitar las capitales del mundo y ver qué pasa en los lugares que nos interesen. Y si bien hay escuelas que ya utilizan GIS cotidianamente, es un desafío que se use en todas”, concluye.  Más info en: https://www.linkedin.com/in/verowell/