Gabriel Baum: la tecnología es maravillosa pero no hay que comprar espejitos de colores

Podría decirse que el profesor e investigador Gabriel Baum se hizo “bastante conocido” cuando en la Argentina se impulsó el uso extendido de la televisión digital. No obstante, su extensa trayectoria trasciende ese proyecto, que consistió en el desarrollo de un software para la TDA que permite interactividad junto a la señal de televisión y que coordinó desde el Laboratorio de Investigación y Formación en Informática Avanzada (LIFIA), de la Facultad de Informática de la UNLP. 

Gabriel Baum

Calculista Científico egresado de Exactas (UNLP), fue siempre docente en esa facultad y luego en la de Informática. Ya desde segundo año fue becario en el Laboratorio de Alta Tensión de la Facultad de Ingeniería, donde  hacía programas y creaba dispositivos inteligentes sobre temas eléctricos, entre otras tareas.

Formó parte de la  Escuela Superior Latinoamericana de Informática (ESLAI), y revela que si bien su fuerte había sido la investigación básica “en 2001, que la Argentina “se prendió fuego”, me dije que no era razonable quedarme demostrando teoremas o inventando teorías sino que tendría que utilizar mis conocimientos y experiencias para hacerle un aporte a la sociedad”. 

Así llegó a la Sociedad Argentina de Informática (SADIO), donde llegó a ser presidente. Se relacionó con profesionales interesados por lo social y lo político y terminó como coordinador de software y servicios informáticos “de alguna manera le dimos forma al proyecto de Ley de Promoción del Software, aún vigente”.

LA ACTIVIDAD EN LIFIA Y EL FUTURO

Tiene 65 años, está casado, con tres hijos y tres nietos. Hincha de Gimnasia, dato que aporta entre risas, dice que le encanta Borges, leer novelas y mirar películas de todo tipo.

Además de investigador y miembro de la junta directiva de LIFIA, Baum explica que ese centro de investigaciones fundado en 1988 en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, y que componen más de 100 investigadores, ofrece su experiencia en tecnología y productos a gobiernos, comunidades académicas, de negocios nacionales e internacionales. 

Sobre la coyuntura tecnológica y el futuro, dice que le preocupa el “optimismo tecnológico de los políticos” y previene: 

“La tecnología es maravillosa pero no hay que comprar espejitos de colores”.

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