Marcelo Cassino: La tecnología es parte importante de la cosa pública

Marcelo Cassino es, desde hace 6 años, el Director General de Tecnologías Informáticas y Comunicaciones del Ministerio de Hacienda y desde hace 30 años trabaja en la administración pública nacional.

Arrancó en el sector privado y llegó a ser jefe de desarrollo de una empresa de software de cajas registradoras y cajeros automáticos. Luego le ofrecieron formar parte de un proyecto que buscaba automatizar la Cancillería y las 140 embajadas de Argentina en el mundo, y desde entonces trabaja en el sector público. “Eso fue lo más disruptivo que tuve en mi vida. Cambiamos el telex por el sistema movdoc, cuyo sucesor fue el comdoc. Tuve que estudiar muchísimo, leer enormes manuales en papel, de noche, para ponerme a la altura del equipo del que iba a formar parte. Y fue una experiencia inigualable”, expresa.

En Hacienda su responsabilidad es elaborar los planes estratégicos del sector, manejar un presupuesto anual de entre 120 y 150 millones de pesos y coordinar un equipo de 150 personas, que se reparten en áreas divididas por especialidades. “Cuando asumí, el área informática estaba bastante deteriorada. Pero con la colaboración de las autoridades que asignaron presupuestos, salimos adelante”, indica.  

Entre los mayores logros de su equipo, Cassino resalta que en el data center propio de Hacienda lograron establecer un nodo de comunicaciones para toda la administración pública nacional y tener un centro de contingencias. También destaca que ampliaron sus servicios a otros 6 ministerios nacionales.Con la certeza de que las empresas que se vienen están basadas en datos, Cassino pregona que el Estado tiene que adaptarse y convertirse en una organización de la información, más allá de que lleve adelante políticas públicas en el territorio. “La tecnología es parte importante de la cosa pública. Eso deben entenderlo los dirigentes y asignar presupuestos y gente del Estado, bien paga, que desarrolle los proyectos. Hay que cambiar leyes, como la de empleo público y compras, pero se puede hacer”.

Casado en segundas nupcias desde hace 25 años, tiene dos hijos, de 27 y 18. Juega al fútbol en un equipo de veteranos en el Citas de Palomar y compite en todo lo que puede. En sus ratos libres hace “cosas raras”, como desarrollar una app para la combi que lo traslada al centro:“estaba cansado que se olvidara de mí”, dice. También es docente de posgrado en una especialización sobre Administración financiera del sector público (UBA-ASAP).

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