Salud mental y tecnología informática

Por Rogelio Biasella,
docente e investigador Facultad de Psicología de la UNLP

Rogelio E. Biasella
Rogelio Biasella

Las nuevas herramientas de analítica avanzada, big data y machine learning aportan una nueva vía de acceso al conocimiento en el campo de salud mental que llevarán a un avance en los métodos de predicción, diagnóstico y tratamiento en los próximos años.

El objetivo de hacer uso de estas herramientas tecnológicas permite comprender, de forma eficiente, problemáticas que surgen en el campo de salud mental. Obtener información de diferentes disciplinas, mayor capacidad de análisis e investigación que determinen nuevas formas de abordaje, nuevos métodos de apropiación del conocimiento. Resolver problemas complejos con el fin de realizar mejores diagnósticos, elaborar tratamientos más ajustados a la situación de cada paciente y lograr una mejor calidad de vida del ciudadano.

Ejemplo de ello; pensar en avances en diferentes disciplinas que terminan impactando en la vida cotidiana. En los últimos años, los expertos en meteorología han hecho uso de algoritmos de inteligencia artificial y lograron mejorar los pronósticos, permitiéndole al ciudadano obtener información más fiable sobre el estado del tiempo, anticiparse y tomar recaudos.

Cuando se habla de salud mental no solamente atañe a disciplinas del campo de la Psicología o Psiquiatría, sino también aquellas que están asociadas a la calidad de vida del ciudadano. Por otra parte, el tipo de información que se obtiene, aplicando estas tecnologías, permitirán en un futuro cercano elaborar recorridos terapéuticos ajustados a la necesidad de cada paciente.

Hacer uso de la inteligencia artificial nos aproxima a ser más eficientes en:

  • La gestión y prevención de alertas con los pacientes.
  • Las enfermedades crónicas de salud mental (mejorar la gestión de los recorridos terapéuticos, para controlar y dirigir todo el proceso de forma más eficiente).
  • La estratificación de enfermedades complejas.
  • Trastornos que no están claramente definidos y que requieren de una clasificación más automatizada que permita contar con información de todas las subvariedades de enfermedad posible existentes.

El uso de las apps se incorpora a nuestro diario vivir para acceder a servicios, gestiones institucionales, operaciones bancarias o vías de entretenimiento. Es el caso de la salud mental, también se están desarrollando herramientas que permiten a los especialistas acceder a información de los usuarios, mejorar tanto el pronóstico, diagnóstico como la prescripción de tratamientos.

Se comienza a construir un nuevo mundo, con nuevas reglas que hacen que el ciudadano modifique sus rutinas, su forma de relacionarse, de comunicarse, de interactuar con los otros.