Teletrabajo y nuestra realidad: CUARENTENA

Con el paso del tiempo, la humanidad ha ido cambiando sus estructuras de vida y de relacionarse, y las TIC han sido el medio que se ha prestado para ello. Han permitido potenciar países, organizaciones y hasta seres humanos individuales, en pro de la creación de una mejor calidad de vida.

Las crisis económicas, las guerras, las catástrofes y las epidemias han sido precursores de cambios en las actividades humanas, como el trabajo. Actualmente, el brote de COVID-19 ha planteado al mundo un desafío de salud global. Las autoridades sanitarias de los países sugieren que es el momento para que las empresas, los hospitales, los centros educativos y los ciudadanos comiencen a prepararse frente a medidas que serán adoptadas por los gobiernos como necesarias. Ante este panorama: “todos en casa”.

Argentina, para mitigar el riesgo recurre a trabajar, estudiar, realizar la rutina diaria desde los hogares. Un cambio drástico que nos obliga a adaptarnos rápidamente y utilizar aquellos recursos tecnológicos que se encuentran disponibles en el siglo XXI.

A lo largo de la historia, el trabajo ha sufrido una serie de trasformaciones según los modos de producción y las tecnologías. Nuevas formas desplazaron a otras y el pensamiento económico influyó en ello: esclavitud, sistema feudal, división del trabajo, plusvalía, keynesianismo, etcétera, y hasta un libro de título provocador, El fin del trabajo, donde se analiza el impacto social que las tecnologías han traído y traerán en el futuro.

En los 70, Jack Nilles acuñó el término Telecommuting y lo definió como “aquella forma de enviar el trabajo al trabajador, en lugar de enviar el trabajador al trabajo”. De allí en más, se da un gran debate acerca del concepto del trabajo y la máxima productividad, que promulga el neoliberalismo.

El teletrabajo es una de las más recientes transformaciones de la concepción del trabajo, surge del pensamiento de flexibilidad laboral e incorpora los avances de las TIC para ser más competitivos y productivos. Con el teletrabajo, el hombre vuelve a casa, pero esta vez, no desempleado como en las primeras dos revoluciones industriales, sino armado con una computadora, internet y herramientas tecnológicas para trabajar remoto.

Hoy la pandemia desatada por el covid-19 nos lleva por un camino que plantea futuro, nos obliga a interactuar con las nuevas tecnologías. Aprender, reposicionarnos y vivir el siglo XXI. Donde el hogar comienza a incorporar un nuevo estado y las TIC a ser imprescindibles.

Rogelio E. Biasella

Por Rogelio Biasella