Cómo arrancar con una estrategia de transformación digital, II.

Por Roberto Dumerauf, coach, Ingeniero en Sistemas, Master en Administración de Negocios (CEMA), actual CTO de Dulcor Alimentos.

En la columna anterior[1] vimos de qué se trataba un Plan de TI. En la que sigue,  vamos a ver cómo podemos desarrollar una estrategia de TI.
Normalmente, las empresas desarrollan un plan de estrategia de TI anualmente, ya que el proceso de investigación y planificación requiere mucho tiempo.
Sin embargo, los planes detallados pueden durar hasta cinco años para una empresa, lo que permite ahorrar tiempo, recursos y mano de obra a largo plazo. Por lo tanto, las organizaciones deben esforzarse por desarrollar un plan estratégico de TI flexible y detallado.

Entre sus aspectos relevantes, debemos considerar los siguiente aspectos:

  • Comprender la estrategia futura
  • Evaluar el estado actual de TI
  • Considerar los factores externos y las tendencias tecnológicas
  • Imaginar el futuro estado de TI
  • Realizar un análisis de gaps
  • Evaluar escenarios
  • Crear un plan de TI
  • Definir el modelo operativo de TI
  • Analizar las iniciativas de TI
  • Establecer el mapa de implementación
  • Informar a las partes interesadas
  • Definir métricas de rendimiento
  • Supervisar la eficacia de la estrategia

Parece mucho pero, como suele decir un amigo sobre los grandes desafíos: como a la pizza, se la come de a porciones. Y por eso en esta entrega analizaremos los dos primeros:

1. Comprender la estrategia futura

El primer paso para desarrollar una estrategia de TI es comprender el impacto que el plan puede tener en el negocio mismo.

Hoy en día existen muchas tecnologías que se adaptan a operaciones específicas de la empresa para mejorar la eficiencia y la rentabilidad. Sin embargo, estas soluciones también tienen un impacto significativo en el modelo de negocio y las estrategias futuras.

Por lo tanto, los accionistas deben consultar con su equipo de TI para asegurarse de que las tecnologías potenciales coinciden con la cultura de trabajo antes de la implementación. Para ello, la administración debe considerar los objetivos generales del negocio revisando diversos esfuerzos y determinantes.

  • Carteras de productos y servicios
  • Estrategias de crecimiento
  • Tendencias del mercado
  • Competencia
  • Alcance de los clientes
  • Desarrollo de proveedores
  • Futuras alianzas
  • Presencia digital

Por ejemplo, un negocio centrado en ampliar su gama de productos necesita un sistema sólido de gestión de inventarios. Si el departamento de TI implementa una solución con capacidad y almacenamiento limitados, puede restringir significativamente el crecimiento de la empresa. Esto dificulta la oportunidad de la organización de cumplir con los objetivos de ventas, alcance de clientes y expansión.

2. Evaluar el estado actual de TI

La dirección de TI debe evaluar el estado actual de su departamento para determinar sus fortalezas, debilidades y áreas de mejora.

La evaluación puede ser un análisis en profundidad o una simple revisión de los empleados, siempre y cuando defina la madurez del departamento. Sin embargo, cada empresa tiene varias áreas en las que desea que se centre su departamento de TI.

Las capacidades se refieren al uso de la tecnología del departamento para cada nivel de soporte, incluidos clientes, empleados, proveedores y accionistas.

La madurez del proceso es el estado de cada operación de TI, como la administración de incidentes, el desarrollo de software y el tiempo de respuesta a los incidentes.

El análisis de portfolio o mapa de sistemas, es la evaluación de sistemas, aplicaciones y plataformas de TI en cada sector de la empresa. La evaluación determina la compatibilidad, el costo de mantenimiento y la escalabilidad de cada herramienta.

La metodología, se refiere a las mejores prácticas y políticas de TI de la empresa que les ayudan a cumplir varios objetivos.

La estructura es el modelo operativo de TI que permite a los empleados utilizar la tecnología para completar tareas.

Las habilidades se refieren a la capacidad de los empleados para utilizar toda la infraestructura y al compromiso de cumplir los objetivos de la empresa.

La infraestructura se refiere a la tecnología subyacente que permite aprovechar al máximo o inhibe el software de la empresa. Por ejemplo, los sistemas desarrollados in-house tienen capacidades limitadas, mientras que las soluciones de clase mundial son prácticamente ilimitadas.

La seguridad en materia de TI se refiere a la protección de los datos digitales contra la piratería informática, las infracciones y el malware que pueden poner en peligro los procesos internos.

La gobernanza es la autoridad sobre las operaciones internas para mitigar los riesgos y acelerar el camino hacia los objetivos. (continúa en la próxima edición).

Roberto Dumerauf - Came Pagos
Roberto Dumerauf

[1]https://neurona-ba.com/como-arrancar-con-una-estrategia-de-transformacion-digital/