Contabilidad distribuida y cómo emplearla en el desarrollo de las ciudades inteligentes

Por Fabián Alejandro Garófalo

Si ya oíste hablar de criptoactivos, seguro algo sabes de blockchain y su “libro mayor” de transacciones y el concepto de “contabilidad distribuida”. Entonces, veamos ahora cómo una ciudad inteligente, sin importar el nombre del criptoactivo y su tecnología base, puede apalancarse en ello para su beneficio.

Proporcionando confianza digital

La infraestructura de la ciudad puede generar cantidades infinitas de datos y conocimientos. Las soluciones que aprovechan esa información deben beneficiar a las personas que viven en la ciudad. Aunque los métodos pueden diferir, todas las ciudades inteligentes comparten el objetivo de mejorar la experiencia urbana a través de la tecnología.

El Internet de las cosas cambia la forma en que los ciudadanos, las comunidades, las ciudades y las naciones se conectan, interactúan e intercambian datos. Desde la propiedad y la privacidad de los datos hasta la energía P2P y el transporte integrado. Desde mantenimiento predictivo y fabricación aditiva hasta eHealth y eGovernance. La tecnología de contabilidad distribuida permite la innovación sin permisos y los datos abiertos. Y ya se está utilizando en entornos de ciudades inteligentes.

Resolviendo los problemas a través de los silos

Todas las ciudades se enfrentan a una transición sin precedentes a medida que cambian las demandas de la ciudadanía.

Las máquinas tienen la posibilidad de enriquecer la vida de todos, contribuir al desarrollo económico y elevar el nivel de vida en las ciudades alrededor del mundo. Y para garantizar todo el potencial de las ciudades inteligentes centradas en el ser humano, se deben cumplir ciertos requisitos con respecto a las redes de ciudades inteligentes y la tecnología de contabilidad distribuida.

Estos requisitos deben tener como objetivo proporcionar un acceso equitativo a la innovación y la interoperabilidad total con sistemas heredados y tecnológicamente avanzados mientras se conectan silos de datos previamente centralizados.

El núcleo de los requisitos puede verse como:

  • Sistemas sin permiso: nadie debería controlar la red y todos deberían acceder a ella como una verdadera utilidad pública de interés social. Esto permitirá que cada usuario cree una dirección personal y comience a interactuar en la red, enviando transacciones y, por lo tanto, agregando entradas a los libros de contabilidad integrados. Esto permite la creación de sistemas interoperables con colaboración abierta y facilidad de integración y acceso.
  • Estructura de tarifa cero: para garantizar que los modelos comerciales sigan siendo viables, y el enfoque gira en torno a la mejora de los servicios a los ciudadanos y la calidad de vida.
  • Código abierto: para asegurar la transparencia y el desarrollo futuro y eliminar el control centralizado del proceso de desarrollo con respecto a los sistemas de bienes públicos.
  • Alto rendimiento de transacciones: localizado para lograr una latencia eficiente y organizado con respecto a los conjuntos de datos y los requisitos de almacenamiento. Esto permitirá que las redes procesen miles de millones de comunicaciones y transacciones de IoT y escalen de manera eficiente.
  • Huella energética baja: para permitir que los sensores y actuadores de borde con acceso limitado a la fuente de alimentación participen en la red de manera sostenible con capacidades integradas de generación de energía, o con requisitos mínimos de infraestructura para aliviar las sobrecargas de energía y los requisitos de transferencia.

Hacia una nueva economía de las cosas basada en la confianza digital

En un entorno hiperconectado, el rápido desarrollo de interacciones máquina a máquina en tiempo real, la inteligencia distribuida y la automatización está alimentando una nueva ola de creación de valor y modelos comerciales basados en datos.

Algunos ejemplos concretos:

  • Energía: permite nueva infraestructura y servicios digitales para crear distritos energéticos positivos. Activos de la ciudad como tejados solares, edificios, vehículos eléctricos o baterías podrían rastrear e intercambiar electricidad en tiempo real para equilibrar la oferta y la demanda de energía de forma descentralizada y rentable.
  • Bienes raíces: Los edificios se están volviendo más inteligentes y ecológicos a medida que la tecnología de Internet de las Cosas revoluciona la forma en que se diseñan, operan, monitorean y mantienen los edificios.
  • Infraestructura digital urbana: Las ciudades y las naciones inteligentes deben dar forma a la confianza digital y los marcos del mercado de datos sobre la base de una infraestructura digital y mecanismos confiables, seguros e interconectados. Dicha infraestructura interoperable debe desarrollarse como una oportunidad de asociación público-privada y centrarse en el valor agregado para el ciudadano y la sociedad de conformidad con las leyes de protección de datos de las personas.

Mirando hacia el futuro

La información y la comunicación son esenciales para el crecimiento y el funcionamiento continuo de las ciudades inteligentes. En un futuro próximo las herramientas tecnológicas revolucionarán la vida de todos y el medio ambiente; ciudades como Taipei, Singapur, Texas son pioneras en su uso y la tecnología de la contabilidad distribuida juega un papel clave en esa revolución.

Su uso en diferentes industrias genera nuevos modelos de negocios que ya están creando nuevo valor para y con la sociedad con el fin de dar forma a una infraestructura digital escalable, interoperable y segura para las futuras ciudades inteligentes.

Fabian Garofalo
Fabian Garofalo – fundador de SmarterCities/Ciudades+Inteligentes  smartercities.ar Asesor de ONG´s, organismos de estado de varios países y fuerzas de seguridad en estrategias de Ciudades Inteligentes, Gobierno Abierto y Seguridad Ciudadana. Miembro asesor de la Red de Ciudades Inteligentes de Argentina (RECIA) y del Instituto Ciudades del Futuro.