La seguridad ciudadana actúa contra el grooming

Por Fabián Alejandro Garófalo

Como ya hemos visto en notas anteriores, en las Ciudades Inteligentes, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son el eje central.

Esto implica que la tecnología asume un rol esencial como medio de comunicación determinante, para posibilitar el contacto entre un adulto, varón o mujer, y una niña, niño o adolescente, para acosarlo sexualmente. El medio digital permite la interacción -vía redes sociales, correo electrónico, mensajes de texto, sitios de chat o juegos en línea-, y lo hace en un contexto de masividad en el uso de dispositivos electrónicos, en su mayoría portables, que brindan conectividad, permiten grandes capacidades de almacenamiento de información y que, inclusive, ofrecen medidas de seguridad para proteger el acceso al dispositivo o cifrar la información que alojan

En las Ciudades Intelingentes, a través del componente de seguridad ciudadana que ejecuta una secretaría ad hoc u otra área de gobierno, se debe proponer la definición de guías de actuación ante situaciones de acoso sexual en entornos digitales hacia niñas, niños y adolescentes o grooming, de manera que se promueva el abordaje integral de estos fenómenos sociales. Se trata de elaborar rutas de acción para mejorar las respuestas institucionales, en la construcción de estrategias de intervención de carácter integral.

Es que las nuevas TIC han brindado una nueva vía para el delito que trasciende las fronteras territoriales, y obliga a las distintas instituciones a coordinar de manera cooperativa y uniforme la investigación efectiva y el enjuiciamiento de los delitos cibernéticos.

El objetivo de este artículo es avanzar sobre cómo la Seguridad Ciudadana utiliza las TIC de manera eficaz para prevenir los delitos, y las principales técnicas de análisis de la información, que acompañan la ciberseguridad.

Usando las TIC

El uso de las TIC para generar y analizar información es especialmente útil para las políticas públicas y para los procesos de toma de decisión. Es que permiten diseñar, implementar y monitorear planes y acciones basados en la evidencia, así como desarrollar campañas de comunicación y acciones de sensibilización orientadas a influir en los factores causales subyacentes a los comportamientos violentos.

Las herramientas de análisis van desde la cuantificación de un fenómeno (ej. gráficas para describir la variación interanual de los homicidios) al análisis de información mediante técnicas de diferente complejidad, como las de Inteligencia Artificial aplicadas a la Big Data. Tales herramientas permiten identificar áreas de mayor incidencia, grupos poblacionales y personas en riesgo, hacer análisis y previsiones sobre tendencias delictivas o nuevos fenómenos violentos y crear sistemas de previsión del delito o de alerta temprana.

Entre las herramientas existentes, podemos mencionar:

• Data para el diseño, la implementación, el seguimiento, la evaluación y la medición de impacto de iniciativas y políticas de prevención con enfoque juvenil.
• Información para diseñar planes de vida basados en las características individuales de los jóvenes y el contexto socioeconómico (perfiles psicológicos, oferta laboral, etc.).
• Oficinas virtuales para el empleo, cursos virtuales, programas de formación a distancia, grupos de pares en redes sociales para la inserción y reinserción profesional/ económica.
• Comunicación para la sensibilización y el cambio, mediante producción y difusión de programas televisivos, películas, documentales y campañas de información y sensibilización.
• Aplicaciones para smartphone con  información y sensibilización (Hackathon).
• Programas de comunicación para el cambio con grupos de jóvenes (escuelas, iglesias, grupos hip-hop), YouTubers e Influencers

A estas herramientas, se suma el uso de las TIC en las políticas de seguridad y acceso a la justicia:

• Combate al delito mediante tecnología y aplicaciones de seguridad, brazaletes electrónicos, sistemas de video vigilancia.
• Protección de grupos vulnerables mediante sistemas de alerta temprana y denuncia en instituciones.
• Aplicaciones para favorecer el reporte y la denuncia del ciudadano, encuestas en redes sociales, dashboards/salas situacionales de riesgo, programas de Ciudades Seguras.
• Uso de TIC en la investigación criminal, laboratorios criminales, delitos de cibercrimen, ciberbullying.

La medición de indicadores y datos administrativos permite el análisis de la manifestación de las distintas expresiones de violencia, y por otro lado, en el momento de elaborar e implementar eficazmente políticas de prevención, es fundamental hoy, el uso de datos y de la Big Data.

Creación de capacidades

Necesitamos construir una resiliencia cibernética fuerte  y, para eso, se requiere un abordaje colectivo y amplio. Se necesitan estructuras eficaces para promover la seguridad ciudadana, acompañada de políticas sólidas de ciberseguridad y un número amplio de expertos calificados.

Las responsabilidades para garantizar la seguridad de la red y los sistemas de información recaen, en gran medida, en los operadores y proveedores de servicios digitales. Sin embargo, debe promoverse y desarrollarse una cultura de gestión de riesgos, que implique la evaluación de riesgos y la implementación de medidas de seguridad apropiadas a los riesgos enfrentados, a través de requisitos reglamentarios adecuados y prácticas de la industria. Se necesita más que nunca la cooperación y el intercambio de información, pues las amenazas y los incidentes de acoso virtual se están volviendo cada vez más sofisticados .

Debemos avanzar en crear y desarrollar capacidades en ciberseguridad para generar confianza en los entornos digitales.