Odisea en el espacio

Por Rogelio Biasella,
docente e investigador Facultad de Psicología de la UNLP

“2001 Odisea en el Espacio”, marcó un hito por su estilo de comunicación visual, sus ingeniosos efectos especiales, su realismo científico y sus proyecciones vanguardistas.

Esta película quedó rondando en mi pensamiento, creando infinitas imágenes del espacio. De un espacio imaginario de cuerpo y tecnología, donde la computadora guiaba el viaje infinito de tablets que no eran tablets, de cuerpos volando y comunicaciones inalámbricas.

Hoy, a 20 años del inicio del siglo XXI, puedo ver otro espacio donde la humanidad dirige su nave intergaláctica, donde esos locos que sueñan lo imposible, lo hacen posible, y lograron desarrollar un pensamiento en comunidad que lo transformaron en tecnología y le pusieron un nombre: Blockchain.

Una base de datos, compartida, descentralizada y segura que permite registrar acontecimientos digitales por múltiples usuarios. “Compartida y descentralizada”, dado que hay copias en millones de computadoras por todo el mundo; “segura” porque esas copias están protegidas criptográficamente y no se puede atacar, prohibir o borrar. Pero lo más interesante de esta creatividad es que para modificar algo de ella se necesita un consenso y éste hace de autoridad central.

Un encadenamiento en bloques, con desarrollos de fórmulas matemáticas complejas alineadas por un desafío que permite pertenecer.

¿De que estoy hablando, al momento que viajo por la autopista de Internet, que mi ordenador despliega letras y mi imaginación desarrolla fantasías y realidades? De un mundo nuevo. De un mundo de criptomonedas, de compartir el saber, de permitir desarrollos donde ya no hay nacionalidad, sino humanidad. Donde nadie pregunta en qué idioma hablás, donde el SER se constituye en el universo de nuevos paradigmas, de nuevos neologismos y comenzamos a realizar una vuelta más de este espiral de historias que concentra su densidad en bits.

En realidad, cualquier ámbito de actividad que requiera registrar datos de forma segura y transparente, es susceptible de incorporar las cadenas de bloques en su seno. Podemos usar soluciones basadas en blockchain para albergar nuestros documentos personales que necesitamos en nuestra cotidianeidad. Así, en caso de ser necesario, podremos identificarnos mostrando el dato preciso y brindar la garantía de que la información es correcta,  y no tener que develar datos personales que albergan nuestros documentos, que no son necesarios en la mayoría de los casos.