Tecnología al servicio de la inclusión y la oportunidad

La empresa Trans-TI se define como una compañía de impacto social que provee servicios digitales y busca reducir la brecha de desempleo de la comunidad trans. En diálogo con Neurona BA, Daniel Coletti, su CEO y cofundador explica el propósito que impulsó el proyecto, por qué la necesidad de achicar la brecha de género en tecnología en el colectivo trans y en qué consiste la tarea que realizan. Una empresa “con propósito que ya ha comenzado a dar frutos y que busca también instalarse a nivel global.

¿Cómo surge Trans TI?

Hace más de 3 años, específicamente en septiembre de 2018, fundamos Trans-TI junto con mi compañera, Vanesa Perelló. En ese momento contratamos las primeras 4 mujeres trans y el armado del proyecto que luego se convirtió en empresa fue multicausal. La principal razón es que queríamos tener un propósito en lo que hacemos laboralmente, más allá de trabajar para progresar económicamente. Había en nosotros una necesidad importante de profundizar en lo social, utilizar nuestros privilegios para ayudar a los demás.  A la hora de elegir dónde impactar, el colectivo trans surgió con mucha fuerza y casi inmediatamente, Vanesa fue quien lo propuso. Ella estaba militando en la causa de género y comenzaba a conocer más a fondo la enorme problemática social que hay en este colectivo. Ella fue también quien se puso en contacto con quien fue nuestra mentora al comienzo, Paula Arraigada, activista trans de mucha trayectoria. En mi caso, luego del primer #NiUnaMenos en 2015, también estaba bastante atravesado por cuestiones de género, en pleno inicio de un proceso introspectivo de revisión interna como varón cis, por lo tanto a ambos nos pareció que el colectivo trans era el más indicado para impactar.

Parte del equipo TRANS TI
Parte del equipo TRANS TI

¿Por qué la definen como “una empresa con propósito”?

Porque el propósito de Trans-TI es el de generar puestos de trabajo en la empresa exclusivamente para ocuparlos con personas del colectivo trans. Seleccionamos, contratamos, entrenamos a las personas y damos un servicio a nuestros clientes. Cada cliente nuevo generalmente implica uno o más puestos de trabajo. No empleamos personas cis (o sea, personas no-trans) y priorizamos a aquellas personas del colectivo que están desempleadas.

¿Cuáles son y cómo organizan los servicios que prestan con la inclusión social que promueven?

Actualmente somos 20 personas trabajando en Trans-TI, de las cuales 17 son del colectivo. Los servicios que prestamos tienen que ver con tareas digitales repetitivas, con Robotic Process Automation (RPA), testing de software (manual y automation) y asistentes virtuales todo tipo. O sea que nos enfocamos y abordamos aquel trabajo que sea voluminoso, que consuma mucho tiempo y deba realizarse en forma manual. Como ejemplo tenemos muchas tareas administrativas, auditoría de llamadas telefónicas, testing de software, monitoreo 7×24 de servicios y software en nube, tagging de imágenes y video, machine learning, también damos el primer nivel de soporte y hacemos atención a clientes por chat. Como servicio adicional hacemos tercerización, o sea, empresas que quieran sumar diversidad en forma tercerizada.

¿Algunas cifras que puedas compartir?

Actualmente estamos facturando unos 10.000/11.000 dólares por mes (a valor oficial), tenemos 17 personas del colectivo contratadas, 10 clientes estables y hemos capacitado alrededor de 300 personas también del colectivo trans.

¿Qué esperan lograr con la empresa a nivel local y global?

A nivel global queremos ir sumando oficinas de Trans-TI en otros países de Latinoamérica, de modo de replicar el modelo. La problemática que vive el colectivo trans en la Argentina se incrementa en otros países que no tienen Ley de Identidad de género, Ley IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo), ESI (programa de Educación Sexual Integral) en las escuelas y matrimonio igualitario. Queremos profundizar el modelo y expandirlo, es clave conseguir clientes y negocio en países con mayor costumbre de outsourcing de servicios, BPO.

¿Cómo es en nuestro país?

En Argentina tenemos más trayectoria y muchísimos más contactos, por lo que es relativamente menos difícil conseguir nuevos clientes, especialmente clientes que tengan alguna sensibilidad social. Realmente queremos convertirnos en una empresa sólida, con gran base de clientes que nos permitan ganar dinero y a la vez provocar un impacto social sensible en un colectivo tan golpeado como el colectivo trans.

¿Cómo ves el mundo actual de la tecnología (en sus distintas ramas) y cuál es tu visión para el futuro, de corto y mediano plazo?

Creo que la tecnología es una necesidad cada vez más imperante en el mundo que vivimos. Aún falta muchísimo para que nos ayude de manera sensible a resolver los problemas importantes, creo que justamente va a virar para ese espacio, el espacio más físico donde la interacción no sea a través de una pantalla sino presencial.

Los comienzos de Trans-TI
Los comienzos de Trans-TI

Perfil

Daniel Coletti tiene 48 años y si bien nació en la provincia de Buenos Aires, vivió la mayor parte de su vida en CABA. Estudió sistemas en UADE, aunque no se recibió. Es el cuarto de una familia de 5 hijxs, y para seguir la tradición de familia numerosa, tiene 4 hijos varones y se declara “felizmente casado con mi compañera Vanesa”. Además de su comprometido trabajo en Trans-TI es CEO de XTech – Software Libre – Outsourcing, y ha hecho experiencia en numerosas compañías tecnológicas.

Daniel Coletti, CEO y cofundador de TRANS-TI