Un estudio de Microsoft demuestra que la convivencia digital empeoró con respecto al 2020

En tiempos de hiperconexión a Internet, un estudio de Microsoft reveló que las tendencias positivas de civilidad en línea se redujeron en un 9% con respecto al año pasado.

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Desde que comenzó la pandemia, la mayoría de las actividades económicas y sociales, como el trabajo, el comercio y el estudio, migraron a la red. Según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), en el primer trimestre de 2021 se registraron 7.681.221 accesos fijos a internet en Argentina, lo cual significó un aumento del 2,8% con respecto al primer trimestre de 2020.

Asimismo, varios estudios demuestran que los usuarios pasan cada vez más tiempo en internet, alrededor de 9 horas y 39 minutos, según indica el último estudio de We Are Social y Hootsuite. Pero ¿cómo es la convivencia digital a casi un año y medio del inicio de la pandemia? Para dar respuesta a esta pregunta, Microsoft creó el Índice de Civilidad Digital (ICD), el cual permite medir el tono y tenor de las interacciones en línea.

Civilidad, seguridad e interacción en línea – los resultados del estudio

Este año, el estudio Civility, Safety and Interaction Online (Civilidad, seguridad e interacción en línea) deMicrosoft involucró a 22 países, incluido Argentina, de los cuales participaron 11 067 personas. La encuesta estuvo orientada a adolescentes de entre 13 y 17 años y adultos de entre 18 y 74 años y las preguntas estuvieron relacionadas con su exposición a 21 riesgos en línea en cuatro categorías: hábitos y conductas, sexual, reputación y personal/intrusivo. Además, la encuesta incluyó una serie de preguntas vinculadas con el comportamiento en línea y el COVID-19.

Una de las preguntas del estudio fue si la civilidad en línea mejoró como consecuencia de la pandemia. Con respecto a este punto, el 17% de los encuestados respondió de manera afirmativa, mientras que el 30% respondió negativamente. Si se comparan estos porcentajes con los del año pasado (26% y 22% respectivamente), los resultados arrojan que la civilidad en línea se redujo en un 9% con respecto al 2020.

En este sentido, las tendencias de civilidad en línea asociadas a la solidaridad y al sentido de comunidad también se vieron afectadas con respecto al 2020.  Por ejemplo, la categoría “Veo más gente ayudando a otras personas” se redujo en un 11%; “Un mayor sentido de comunidad” cayó en un 12% y “La gente ha sido más comprensiva entre sí” bajó ocho puntos.

Por otro lado, los resultados del estudio arrojan que los comportamientos negativos en línea sufrieron un incremento con respecto al año pasado. Por ejemplo, la categoría “la gente está sacando sus frustraciones en línea” subió un 7% y “la gente es menos tolerante” se incrementó en un 5%.

Las buenas noticias llegaron de la mano de la categoría “fraudes digitales”. Según el estudio de Microsoft, la propagación de información falsa y engañosa disminuyó un 7% con respecto al año pasado.

¿Cómo poner en práctica la civilidad digital?

Para mejorar la convivencia digital, Microsoft propuso un Desafío de Civilidad Digital. Se trata de cuatro principios básicos que pueden contribuir a aumentar la compasión, la empatía y la amabilidad en la red. Estos son:

·         Actuar con empatía, compasión y amabilidad: en cada interacción y tratar a todos con dignidad y respeto.

·         Respetar las diferencias: apreciar las diferencias culturales y honrar diversas perspectivas, evitando insultos y ataques personales.

·         Hacer una pausa antes de responder: detenerse a pensar antes de responder a una publicación con la que no se está de acuerdo. Tampoco se debe publicar ni enviar nada que pueda ofender a otra persona, perjudicar la reputación de alguien o amenazar la seguridad de terceros.

·         Defenderse a sí mismo y a los demás: es importante que los usuarios puedan expresarse con otras personas cuando se sienten inseguros en la red y ofrezcan apoyo a aquellos que son blanco de abuso o crueldad digital. También es importante reportar actividad que amenaza la seguridad de cualquier persona y conservar la evidencia del comportamiento inapropiado o inseguro.