La identidad digital y los comportamientos en la red

Hablar de identidad es hablar de identidades. Nuestro yo se conforma a partir de la adaptación del SER al medio. Somos seres culturales a quienes nos representan la marca y los efectos del momento cultural en que vivimos. Pertenecer significa reconocer símbolos, códigos, límites, en un entorno que se expresa de forma simbólica, y también construye y constituye un territorio digital.

El concepto de red social se remonta a una época muy anterior a Internet y se refiere a una comunidad en la cual los individuos estaban conectados a través de amigos, valores, relaciones de trabajo o ideas. Hoy red social es la plataforma web en la cual la gente se conecta entre sí. Facebook, Instagram y Linkedln no significaban nada hace 15 años  y hoy son las más populares redes sociales. 

La era digital, con herramientas tecnológicas que nos conectan constantemente, ha cambiado nuestras vidas de forma imprevisible e inimaginable, con afectación a la salud y a la conducta. La gestación y desarrollo de movimientos sociales y culturales a través de Internet confirman que estas redes no pueden ser tratadas como medio de comunicación únicamente: hay relación social plena, en un nuevo espacio sin barreras.

En las comunidades digitales los vínculos son frágiles y temporales. Todos se conectan o desconectan en función del deseo que establece lo acontecido, por medio de una imagen, sonido o palabra. Se crean y satisfacen necesidades todo el tiempo, cada vez más complejas, y, al decir de Maslow, orientadas hacia la autorrealización. Esto podría obedecer a nuevas necesidades de privacidad, propiedad, metas, experiencias y juicios diferentes a las establecidas en la cultura y entorno circundante. 

En nuestra sociedad, igualdad no significa unidad sino más bien identidad, para reconocerse dentro y con el grupo de pertenencia, para compartir diversiones, empleos, valores, pensamientos e ideas. Es una forma de control que parte de identificar deseos, gustos, palabras, que bajo determinados algoritmos nos definen y nos identifican. 

En la RED adoptamos la identidad que aparece en nuestra pantalla o incluso nos apropiamos de ella, consciente o inconscientemente, identificándonos. Un yo que nos muestra como una ilusión de quienes somos.

por Rogelio E. Biasella
Docente e investigador Facultad de Psicología de la UNLP