La pandemia, IoT y sus usos sociales
Nunca antes fue tan evidente e indispensable el uso de las tecnologías digitales e Internet como mediadoras de nuestras actividades cotidianas, como lo es actualmente en épocas de pandemia. Tampoco nunca antes la innovación tecnológica en el sector de la salud tuvo un reto tan urgente para mitigar los efectos de una enfermedad, como lo es el COVID-19.
Internet de las cosas (IoT), junto con tecnologías como computación en la Nube e Inteligencia Artificial (IA), cobran relevancia ante esta crisis. En las enfermedades infecciosas, la movilidad humana es un factor importante para la propagación de la enfermedad. Los datos móviles del sistema de información geográfica (SIG) provenientes de los dispositivos de IoT pueden colaborar en la identificación temprana de las personas que estuvieron en contacto con pacientes infectados y acelerar las medidas sanitarias.
Algunos ejemplos de usos de IoT para controlar la pandemia son los termómetros inteligentes. Se trata de sensores de temperatura corporal compatibles con IoT, que monitorean en tiempo real los cambios de temperatura y envían estos datos a través de conexiones inalámbricas a un sistema de monitoreo central que alerta al personal de salud. El Centro Clínico de Salud Pública de Shanghai actualmente implementa esta solución.
En nuestro país, la empresa misionera “Fábrica Argentina de NanoSensores IoT” (FanIoT), próximamente comenzará a fabricar termómetros infrarrojos inteligentes, que permitirán medir la temperatura de las personas y enviar los datos, a través de una red inalámbrica, a un sistema propietario o a aplicaciones de terceros mediante un protocolo abierto, para su posterior procesamiento.
Las pulseras inteligentes es una propuesta de solución tecnológica basada en IoT. Son capaces de monitorear la temperatura corporal, alertando a las personas cuando supera los 37,5 grados, asimismo pueden monitorear los movimientos del cuerpo, medir la distancia entre pulseras y emitir alertas que ayudan a mantener el distanciamiento social. En China las personas usan pulseras y anillos inteligentes, sincronizados con plataformas de IA en la Nube.
Estas soluciones tecnológicas basadas en IoT e IA que recolectan datos de personas y las procesan mediante algoritmos predictivos nos enfrentan a dilemas éticos relacionados a la privacidad. Por un lado, en épocas de pandemia podría justificarse una gran recopilación de datos para reducir la propagación de la enfermedad, sin embargo también es cierto que establecen un precedente de vigilancia social por parte de empresas y gobiernos. Ante esta situación contemplar cláusulas postpandemia que regulen la recolección y uso de los datos, podría ser una consideración a tener en cuenta.
Por Claudia Queiruga
Secretaria de Extensión de la Facultad de Informática – UNLP
