Smart Cities y TIC para mejorar la vida de la ciudadanía

El objetivo esencial de una Smart City podría sintetizarse en que trata de optimizar recursos, buscando la sostenibilidad, al tiempo que se produce una mejora de la calidad de vida actual de los ciudadanos. Para ello, la tecnología favorece el soporte y pone herramientas al servicio de un modelo de desarrollo donde la información compartida permitirá responder adecuadamente a las necesidades de instituciones, empresas y ciudadanos. Y son las TIC el aliado clave para ofrecer un servicio accesible, inclusivo y sostenible con el fin de mejorar la vida de la ciudadanía y las empresas.

Disponer de una Smart City ayuda a la gestión automática y eficiente de las infraestructuras y servicios urbanos, lo que no sólo redunda en la reducción del gasto público, la mejora de la calidad de los servicios prestados, la mejora de la información a los ciudadanos y la mejora en la toma de decisiones, sino que además la propia plataforma constituye en sí misma una vía para la innovación y la incubación de nuevos negocios e ideas.

La incorporación de tecnologías como la inteligencia artificial o el Big Data, y en gran avance de las soluciones de Smart Cities e IoT, pueden mejorar el nivel de preparación, en el corto y medioano plazo, para hacer frente a nuevas crisis, tanto sanitarias como medioambientales, sociales o económicas.

Cómo avanzar hacia una Smart City

Hay una serie de aspectos previos que ayudan a garantizar que el gran esfuerzo de transformación municipal sea un éxito, y que es necesario plantearse y considerar antes de iniciar el diseño de una estrategia Smart.

Compromiso político:  El éxito de la implementación Smart comprende la aplicación del modelo, de manera transversal, en todos los ámbitos de actuación municipal. Una transformación de esta envergadura requiere tiempo y una visión compartida.

Visión holística: Implementar un modelo Smart es un proceso complejo que considera múltiples variables e interacciones y requiere mantener, en todo momento, una visión e interpretación de la totalidad de la tarea que se está llevando a cabo.

Implicación activa de la población: La participación de múltiples agentes sociales y económicos colaborando con la administración es otro de los elementos clave para el éxito.

Plantear una estrategia Smart para la gestión de en territorios, comunidades, barrios, pueblos o ciudades, va más allá de la superación de una brecha tecnológica. Cada entorno parte de una realidad distinta que debe ser claramente identificada y analizada para establecer un punto de partida y reflexionar acerca de las necesidades Smart en función de nuestras propias posibilidades.

Habrá ciudades para las que conocer y organizar la información de la que actualmente disponen suponga de por si un gran avance. Mucho se puede hacer con el volumen de datos (los ya existentes y otros cada vez más accesibles por los avances TIC) para crear un “pequeño BigData municipal” y transformarlo en información útil y conocimiento aplicable al servicio de la competitividad económica, la sostenibilidad socioambiental y, en definitiva, la calidad de vida de las personas.

La Rueda de Ciudades Inteligentes es un marco holístico para considerar los componentes clave que hacen que una ciudad sea inteligente.
La cuestión taxonómica

Otros aspectos que ayudan en la implementación Smart, tienen que ver con el análisis municipal desde un punto de vista taxonómico, a saber:

Municipios grandes y áreas metropolitanas:  Los desarrollos tecnológicos son clave en las ciudades. Sin embargo, el éxito de una estrategia Smart, está más relacionado con cuestiones que no dependen de grandes implementaciones tecnológicas sino de la concienciación y la correcta orientación de los esfuerzos públicos y socioeconómicos. Las tecnologías son una herramienta al servicio de la estrategia y no deben ser nunca interpretadas como el objetivo final.

Municipios en torno a los 100.000 habitantes: Los municipios en este rango de población se encuentran en un punto intermedio poco investigado. Cuentan con una capacidad menor que las grandes ciudades para las implementaciones tecnológicas y, por tanto, resulta de gran importancia huir de la perspectiva centrada en la mera traslación de los proyectos de las grandes Smart Cities.

Menos de 50.000 habitantes: Si cabe, la capacidad organizativa y tecnológica es aún más reducida. Sin dejar de afrontar problemas comunes, las dificultades de estos municipios tienen menos relación que el grupo anterior con los retos que se dan en las grandes ciudades.

Municipios pequeños:  Estos municipios gestionan menos servicios y disponen de menos recursos. Si en el grupo anterior era recomendable, en este caso es una necesidad la colaboración supramunicipal para ofrecer soluciones Smart a sus poblaciones en cuestiones como la gestión de recursos naturales, servicios de movilidad en asentamientos dispersos o infraestructuras y servicios coordinados y compartidos.

Transformarse en una ciudad inteligente implica prepararse para innovaciones disruptivas más que evolutivas, y requiere liderazgo, desarrollo de incentivos fiscales y una visión estratégica de futuro. El éxito de este proceso exige tiempo, para que el modelo de serviciosevolucione hacia una mayor colaboración público-privada.

 

Estevan Gómez - Neurona BA
Estevan Gómez

*Estevan Gómez. Director del Grupo de Investigación en IoT y ciudades Inteligentes de la Universidad UTE- Ecuador, profesor titular de la Universidad de las Fuerzas Armadas y de la Universidad UTE. Ha sido Director de varios Proyectos de desarrollo de software en algunas instituciones públicas y privadas en el Ecuador y otros países. Su campo de investigación incluyen líneas como: Desarrollo de aplicaciones móviles en contextos, Big data y Analítica dedatos, IoT y Ciudades Inteligentes. Es PhD(c) de la Universidad Nacional de la Plata, Argentina y Magíster en Gerencia de Sistemas en la Universidad de las Fuerzas Armada “ESPE”, y Magíster en Gerencia de Sistemas en la Universidad de las Fuerzas Armada “ESPE”, Ecuador. Es co-autor de varios capítulos en libros, más de 30 publicaciones en journals y congresos.